¿Qué es la multiplicación vegetativa?

Las plantas se reproducen de manera sexual (se unen los gametos masculino y femenino) o vegetativa (algunas partes u órganos del vegetal se multiplican y dan origen a nuevos organismos).

En esta forma de reproducción interviene un solo individuo parental. Esta multiplicación asexual se caracteriza por reproducir individuos idénticos a la planta madre.

Los órganos que pueden originar nuevos individuos son variados, y su capacidad para hacerlo depende de la especie vegetal considerada. Entre ellos, los principales son las esporas, los bulbos, las raíces adventicias, los tubérculos y los estolones.

Los métodos de multiplicación vegetativa son también variados, e incluyen los esquejes (hojas o tallos de algunos vegetales plantados en un medio adecuado), los injertos (inserción de una parte de la planta, llamada púa, en una porción de otra denominada patrón), los acodos (tallos descortezados que se entierran parcialmente, sin separarlos de la planta madre, para que produzca raíces y desarrollen un nuevo brote) y el cultivo de tejidos vegetales, técnica que básicamente consiste en colocar una porción de tejido vegetal, en condiciones de multiplicarse, en una solución adecuada.

Este procedimiento se realiza en laboratorio, porque necesita condiciones estériles, y en varias etapas. Permite la producción de numerosos ejemplares idénticos a partir de una pequeña porción de tejido madre.

¿Cuál es la importancia de la multiplicación vegetativa?

La multiplicación vegetativa facilita la obtención de muchas especies alimenticias y ornamentales, que a veces no pueden reproducirse por semillas. Además, permite obtener réplicas de organismos con características superiores, evitando la variabilidad genética de la reproducción sexual.