¿Qué es la nieve?

La nieve es un tipo de precipitación sólida constituida por agua congelada que cae desde las nubes en forma de cristales pequeños. Se produce cuando la temperatura del aire que atraviesa el agua al caer es menor que su punto de solidificación y, por lo tanto, el vapor de agua se congela.

Los cristales de nieve tienen forma hexagonal cuando la condensación de la humedad atmosférica es muy lenta; en el caso de que el frío sea muy intenso se originan agujas prismáticas. Además, pueden formarse cristales en forma de láminas, estrellas, etc.

A medida que se acercan al suelo, los cristales se van uniendo y se transforman en copos de color blanco, siempre que la temperatura y la humedad ambientales sean las adecuadas. Con temperaturas muy bajas y ambientes poco húmedos, los cristales no forman agregados, ya que sus superficies de contacto están poco secas y, por lo tanto no se unen.

Al llegar a la superficie terrestre, la nieve permanece en el suelo se la temperatura de éste es inferior al umbral. En este caso, el suelo blanco refleja los rayos solares. Como consecuencia de ello, aunque la nieve actúe como aislante de la tierra, mantiene la temperatura del aire a un nivel inferior al que tendría si el suelo estuviera descubierto.

¿Qué son las nieves perpetuas?

Las nieves perpetuas son aquellas que no se licuan y, en consecuencia, siguen cubriendo determinadas porciones del suelo, incluso en las estaciones más cálidas. Originan glaciares y bancos de nieve.

¿Qué es el aguanieve?

El aguanieve constituye una precipitación líquida que cae desde las nubes, pero que llega al suelo a una temperatura inferior a la del punto de congelación, por lo que, al depositarse en la superficie, se solidifica.