¿Dónde se utilizaron los jeroglíficos?
Los jeroglíficos constituyeron una forma de escritura que se utilizó en el antiguo Egipto. Este sistema se remonta por lo menos a 3.200 años a.C., y se basaba en un conjunto de dibujos esquemáticos y convencionales, conocidos en un principio sólo por los sacerdotes, que expresaban ideas abstractas más que palabras o sílabas.
De allí que esa escritura fuese ideográfica, pues quienes interpretaban los dibujos tenían libertad para elegir sus propias palabras y expresar su significado. Posteriormente, se desarrollaron en Egipto otros dos tipos de escritura: la hierática (con signos jeroglíficos más abreviados y rápidos) y la demótica (cursiva y más simplificada que la anterior).
Como resultaba difícil representar en forma figurativa una serie de conceptos, se incorporaron los signos fonéticos, representados por los caracteres alfabéticos.
¿Cuándo se descifraron los primeros jeroglíficos?
En 1799 fue hallada una estela de basalto negro que llevaba grabado un decreto del rey Tolomeo V, perteneciente al 196 a.C., en tres escrituras (jeroglífica, demótica y griega): la piedra de Rosetta. En 1822, el egiptólogo francés Jean- François Champollion comenzó a interpretar esos jeroglíficos comparándolos con el texto griego.
Los jeroglíficos se leen teniendo en cuenta la orientación de las figuras. Si éstas están dirigidas hacia la derecha se comenzará a leer en este sentido.