¿Por qué se dividió la URSS?
La Unión Soviética, superpotencia que durante décadas disputó a Estados Unidos la supremacía militar y económica mundial, se desintegró en diciembre de 1991, incapaz de continuar la pulseada con su rival y sumida en una grave crisis estructural.
De las 15 repúblicas soviéticas que fueron parte de la URSS, 12 aceptaron formar parte de un nuevo sujeto de derecho internacional, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), cuyos fundamentos fueron el acuerdo de Minsk, del 8 de diciembre de 1991, y la Declaración de Alma Ata, del 21 de diciembre de ese mismo año.
Por el primero de esos convenios, Rusia, Bielorrusia y Ucrania -las tres repúblicas más ricas y poderosas de la Unión Soviética- acordaron que ésta dejara de existir; mientras que, por el segundo, 12 de las repúblicas de la ex URSS se integraron a la CEI.
¿Qué repúblicas quedaron fuera de la CEI?
Tres de las ex repúblicas soviéticas se rehusaron a formar parte de la Comunidad de estados Independientes. Fueron Lituania, Letonia y Estonia.
Además de la Federación Rusa, país que con su territorio de 17.075.400 kilómetros cuadrados es el más extenso del planeta, otras once repúblicas de la ex URSS se sumaron a la CEI.
Esos estados fueron Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Verania, Kirguistán, Moldavia, Tayiskitán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Georgia se unió a la comunidad en 1994.